Angélica Giraldo, hace tres años encontró en la elaboración de los jabones una alternativa a su economía familiar, “me gusta mucho este trabajo de hacer jabones porque limpio el medio ambiente, porque con lo que hago el jabón es con el aceite quemado; y con la platica que gano compro mercado, porque ya dos viejos no podemos trabajar”.
Doña Angélica es de estatura media, cabello corto, piel clara, lleva un escapulario que la acompaña a todos los lugares a donde va, igual que su sonrisa enternecedora con la que atiende a sus a clientes y dialoga con sus vecinos.
Con un entusiasmo que refleja el amor que le imprime a su trabajo, empieza con la preparación del jabón azul, “lo primero que hago es cocinar las plantas que son las que le dan el aroma al jabón, luego agrego el aceite quemado…. revuelvo y revuelvo la mezcla hasta que espese, lo que indica que la mezcla no se perderá, porque hay veces que no espesa y hay que botarla, se pierde los ingredientes y el trabajo”.
Cada uno de los jabones tiene sus propiedades, de acuerdo a la necesidad del cliente, “tengo el jabón de caléndula con penca de sábila que sirve para los barritos y las cicatrices, el jabón de romero que sirve para el crecimiento del cabello y controla la caída, el jabón de café que sirve para las estrías, las cremas calientes que sirven para los dolores, el jabón de losa, que es mejor que el que venden en las tiendas y es muy barato”.

Y como muchas familias granadinas, doña Angélica tuvo que dejar su finca en donde lo tenía todo, “me vine desplazada de Tafetanes y me toco la violencia acá con una hija que estaba embarazada, pero eso no me quito la paz y el entusiasmo para seguir trabajando.”
“Me gusta hacer de todo, ir a la gimnasia, participo del grupo de la tercera edad, hacer manualidades, cultivar la agricultura, salir a caminar, ir a misa, tengo una agenda muy apretada”.
Manifiesta que permanece sola en la casa, bueno, las pocas horas que allí está, porque como tiene una agenda tan apretada, “cuando hago arepas mi esposo no me deja sola porque le da miedo que me queme en el fogón, de resto se mantiene en la calle, dice que viendo jugar billar, pero demás que también juega”.
Sí desea apoyar las iniciativas de emprendimiento que surgen en el municipio y que fortalecen la economía de la localidad, en este caso particular el de los jabones a base de plantas medicinales, se puede contactar con doña Angélica al 312 890 70 68.